jueves, 24 de septiembre de 2009

Una guerra espiritual por la UCV.

Hoy volví a soñar con la UCV. No sería la primera vez. Recuerdo vagamente que estaba entre los espacios de afuera de la EEPA, de aquí para allá entre personas conocidas de la escuela. Recuerdo que no eran conversaciones académicas sino de carácter administrativo. ¿Será porque estoy en el proceso de graduarme?
Recuerdo haber corrido hacia el pasillo central que da hacia derecho, y haber estado acompañado por dos personas; un hombre y una mujer. Andábamos hacia arquitectura cuando repentinamente se aparecieron dos columnas de militares de tal manera que fuimos rodeados, con una columna adelante y otras atrás. Estaban equipados como para ir a la guerra y nos ordenaron que despejáramos el área. Este momento lo recuerdo con toda claridad, cuando en compañía de las dos personas con las que andaba (desconocidas para mí), caminamos fuera del pasillo techado hacia las canchas de ingeniería, pero el lugar era diferente, era más amplio, como si los edificios de ingeniería hubieran sido sustituídos por paredes de concreto vacías. En ese momento estaba aterrado, pensando que los militares nos dispararían mientras estuviéramos de espalda. Y en efecto, no recuerdo por qué, dispararon y mataron a la muchacha que venía con nosotros. Lo que viene me resulta impresionante, pues al retroceder a recogerla del suelo, un tiro le había atravesado el cuello, y su cabeza estaba siendo tapada por una burka (de esas que usan las mujeres musulmanas), pero su rostro se veía. Recuerdo haber entrado en ira y habérmela llevado entre mis brazos, refugiándome detrás de una de las estructuras de concreto vacías.
Luego de éste momento lo que siguió fue un campo de batalla. Recuerdo haber estado armado con un FAL y en compañía de otros que disparaban desde otros puntos, haberme enfretado a los militares. Sin embargo nuestros enemigos eran demasiado y cuando estaban a punto de rodear el lugar donde yo estaba, logré escabullirme entre los disparos.
Ya no estaba en un lugar que pareciera de cerca la UCV, sino en algo más similar a una ciudad de calles muy estrechas pero con edificios derruídos por causa de la guerra. El ambiente era caluroso y amarillento, cuando entro en una suerte de rancho. Aquí el argumento del sueño cambia repentinamente y resulta que soy una suerte de soldado o guerrillero buscando una reliquia, como un medallón azteca y debo recogerlo para llevarlo a mis jefes. El rancho estaba aparentemente vacío, pero me topo con que en un cuarto había un grupo de hombres y mujeres somalíes, desarmados pero aparentemente aliados míos. Tumbé la puerta (recuerdo con claridad que las puertas eran de metal corroído) de un segundo cuarto que quedaban a mi espalda intercambié disparos con otros somalíes (éstos eran enemigos) hasta que los maté. Dentro del cuarto encontré un arsenal de ametralladoras y RPGs y un morral con el medallón que estaba buscando. Liberé a los somalíes aliados los cuales se armaron del arsenal que había en el segundo cuarto, y recuerdo ver a una marabunta de somalíes enemigos corriendo entre escombros y basura dirigiéndose hacia el rancho donde estábamos, pronto a abrirse una batalla entre los dos bandos.
No recuerdo más...

(Este sueño me impresiona, porque no he olvidado uno que tuve hace un par de años en el que estábamos los eepistas armados como guerrilleros defendiéndo la escuela de grupos de asalto con boínas rojas que atacaban nuestra escuela. Al final de ese sueño aparecía en el cielo de Caracas una gigantesca nave extraterrestre, como la de la nefasta película El Día de la Independencia).

1 comentario:

Thaelman dijo...

Lo que no entiendo es lo de "retorcidamente maquiavélico". Supongo que las comillas denotan que no estás de acuerdo con ese prejuicio absurdo sobre Maquiavelo.

Te lo pregunta alguien que es admirador 100% de Maquiavelo.