jueves, 17 de septiembre de 2009

Obama, Gates, Chávez y Medvédev


Los que consideramos que el mundo es peligroso y que Occidente tiene enemigos claros y reales estábamos algo preocupados por la posible política de seguridad de la administración Obama. Suponíamos que su línea podía estar a la par de presidentes como Jimmy Carter. Sin embargo el actual presidente me sorprende con el desarrollo de su política exterior.
Lo primero sobresaliente es que haya preservado a Robert Gates como Secretario de Defensa, lo que indica una voluntad de mantener una continuidad en la política de seguridad de los Estados Unidos heredada del gobierno de Bush, quizá uno de los pocos aspectos en los que esa administración se distinguió por eficaz. Robert Gates no es un hombre partidista y parece estar mucho más comprometido con una política de defensa de Estado más que de gobierno; lo mismo parece ser justo decir de Obama.
De segundo lugar yo creía que el manejor de la política exterior de Estados Unidos para América Latina iba a ser aún peor que la de la administración Bush. Sin embargo los avances hechos a través de la Secretaría de Estado para aislar a Chávez y su bloque han resultado interesantes. En vez de una política de confronttación y dura crítica, la administración Obama ha optado por una postura de ailsamiento diplomático por debajo de cuerda, especialmente a través de Colombia, el aliado más confiable de los EEUU en la región. Pero nótese los avances que se han dado en posicionar a la Venezuela de Chávez como un Estado foragido. El prestigioso Fiscal del Estado de Nueva York Robert Morgenthau rebela que sus investigaciones apuntan a vincular a la administración de Chávez con Irán y con el terrorismo islámico del medio oriente. Además la comisión del Senado para el narcotráfico lleva a cabo una investigación muy avanzada sobre los vínculos de este gobierno foragido con el narcotráfico colombiano (y quien sabe si esta red se extiende hacia Ecuador y Bolivia). De salir un reporte contundente del Senado donde se compruebe que Venezuela es un narcoestado, la administración Obama va a tener que tomar medida mucho más mordaces de acuerdo con leyes antinarcotráfico norteamericanas. Y de último Colombia es la ficha que golpea a Chávez inclementemente por el lado de su alianza con las FARC y el terrorismo en Sudamerica. La respuesta a esto son las controversiales bases norteamericanas en suelo colombiano. ¿Y el golpe de Estado en Honduras que no pasó de ser repudiado por la comunidad internacional, pero que parece que continúa inquebrantable?
Con este expediente tan significativamente repudiable, cómo hacen presidentes como Lula o Kirchner. La cumbre última cumbre de jefes de Estado de Unasur fue un fracaso para Brasil, pero un éxito para Colombia y una derrota de las pretenciones de Venezuela y su bloque. ¿Qué está pasando con la hegemonía de Chávez? En mi opinión creo que se trata de una política exterior de Washington destinada a debilitar las redes de influencia de Venezuela y ir aislando a Chávez de sus aliados temporales, como lo son los gobiernos de centro izquierda en Sudamérica.
Chávez responde con una visita al "Eje del Mal" y compra docenas de tanques en Rusia con la posibilidad de añadirle algunos submarinos. ¿A qué juega Chávez? En mi opinión, a intimidar a Colombia, ya que como todos sabemos esta carrera armamentista de Venezuela no tiene manera de enfrentarse a los EEUU (punto que ni debería mencionarse). Pero y otra pregunta más interesante ¿qué está haciendo Rusia? Yo creo que los enemigos de Occidente han tomado a Obama por un presidente débil (como yo lo hice en mi momento), y que aprovechan la oportunidad para debilitar el poder de los Estados Unidos. Rusia por su parte alimenta una carrera armamentista en Sudamérica que pone en riesgo el equilibrio del "patio trasero" de su oponente. ¿Cómo responde Estados Unidos? La declaración consecutiva del Presidente Obama seguida del Secretario de Defensa Gates hablan de replanetar el escudo antimisiles. NO DE DETENERLO O ENFRIARLO. Todo lo contrario, recomendado tanto por Gates como uniánimentente por el Joint Chief of Staff del Pentágono, la estrategia se va a cambiar para hacerla más potente. Y si estudiamos bien el discurso de Gates, esto es una señal a Rusia de que quizá se equivocaron con el Presidente Obama. Esperemos que esto sea el replanteamiento de una paz imperial.

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