Como es natural, es hora de hablar un poco de los premios Oscar. El evento como tal siempre me ha parecido aburrido. Todos los años es idénticos al anterior; lo único que cambia son las películas (en eso se parece al Miss Universo). Incluso hasta los chistes, que sólo los hollywoodófilos lograrían entender, parecen reciclados una y otra vez. En general el evento me parece una gran banalidad, lo cual no es necesariamente malo, pero no soy aficionado a este tipo de eventos.
Anoche ganó la película que yo tenía como favorita: The Hurt Locker. No tanto por la ironía de que el gran premio se lo haya ganado Kathryn Bigelow, la exesposa de James Cameron, el cual se quedó, junto a su maravillosa película Avatar, con los crespos hechos. Cameron es un gran artista; de eso no hay duda. Y aunque Avatar ha marcado un hito en el cine desde el momento en que fue estrenada y reventó la taquilla como nunca se había visto antes, hay que concederle su mérito a la original película de Kathryn. The Hurt Locke es un homenaje al heroísmo de los soldados estadounidenses, no un elogio a la controversial política exterior de una administración ya culminada. Y es en esto donde reside su importancia. El premio que anoche le fue concedido a esta película (hablo en singular porque es el conjunto de premios el que conforma la unidad de la película más premiada por la Academia) eleva este homenaje a una condición privilegiada; y redime, al menos un poco, al izquierdismo de Hollywood, que en su momento fue injustamente mezquino con el esfuerzo de aquellos ciudadanos estadounidenses que ponían su vida en peligro para defender la causa de la libertad americana. Hay quienes dicen que esto es la típica hipocrecía gringa. Puede ser cierto. Pero no soy quien para emitir un juicio sobre la hipocrecía de nadie (no hay nada más hipócrita que tildar a alguien de hipócrita).
En definitiva, considero que Avatar tiene una importancia histórica incalculable en el presente, pero la necesidad coyuntural de conmemorar el esfuerzo y sufrimiento de unos soldado que, siendo abandonados por el gigantesco lobby mediático de la izquierda estadounidense, han obtenido de parte de la cúspide de este lobby un honorable reconocimiento a través de esta grandiosa película The Hurt Locker. No sólo es una producción magnífica, pues, también integra un contenido intimista y muy profundo de la dura experiencia de la guerra y de lo que implica el servicio a la república. La libertad no es gratuita; nunca lo ha sido. Por eso hay pueblos que prefieren hipotecarla al que ofrezca a cambio seguridad y tranquilidad. Pero las grandes repúblicas se hacen es con libertad, y aceptan con orgullo pagar el precio que ella exige: de esto se trata The Hurt Locker.
Anoche ganó la película que yo tenía como favorita: The Hurt Locker. No tanto por la ironía de que el gran premio se lo haya ganado Kathryn Bigelow, la exesposa de James Cameron, el cual se quedó, junto a su maravillosa película Avatar, con los crespos hechos. Cameron es un gran artista; de eso no hay duda. Y aunque Avatar ha marcado un hito en el cine desde el momento en que fue estrenada y reventó la taquilla como nunca se había visto antes, hay que concederle su mérito a la original película de Kathryn. The Hurt Locke es un homenaje al heroísmo de los soldados estadounidenses, no un elogio a la controversial política exterior de una administración ya culminada. Y es en esto donde reside su importancia. El premio que anoche le fue concedido a esta película (hablo en singular porque es el conjunto de premios el que conforma la unidad de la película más premiada por la Academia) eleva este homenaje a una condición privilegiada; y redime, al menos un poco, al izquierdismo de Hollywood, que en su momento fue injustamente mezquino con el esfuerzo de aquellos ciudadanos estadounidenses que ponían su vida en peligro para defender la causa de la libertad americana. Hay quienes dicen que esto es la típica hipocrecía gringa. Puede ser cierto. Pero no soy quien para emitir un juicio sobre la hipocrecía de nadie (no hay nada más hipócrita que tildar a alguien de hipócrita).
En definitiva, considero que Avatar tiene una importancia histórica incalculable en el presente, pero la necesidad coyuntural de conmemorar el esfuerzo y sufrimiento de unos soldado que, siendo abandonados por el gigantesco lobby mediático de la izquierda estadounidense, han obtenido de parte de la cúspide de este lobby un honorable reconocimiento a través de esta grandiosa película The Hurt Locker. No sólo es una producción magnífica, pues, también integra un contenido intimista y muy profundo de la dura experiencia de la guerra y de lo que implica el servicio a la república. La libertad no es gratuita; nunca lo ha sido. Por eso hay pueblos que prefieren hipotecarla al que ofrezca a cambio seguridad y tranquilidad. Pero las grandes repúblicas se hacen es con libertad, y aceptan con orgullo pagar el precio que ella exige: de esto se trata The Hurt Locker.
3 comentarios:
Como decimos por aquí: nunca llueve a gusto de todos.
Saludos.
No he visto aún 'The Hurt Locker', la tendré que pillar en DVD, porque he leído y oído muy buenas críticas sobre esta película.
Un saludo
Muy buena película. Fue criticada por algunos veteranos por tener detalles irreales, pero la obra es fantástica.
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