Acabo de leer un artículo de un tal Antonio Caño del famoso diario El País, de España. Lo pueden buscar con facilidad en su sitio web en: http://www.elpais.com/articulo/internacional/nueva/derecha/estadounidense/elpepiint/20100213elpepiint_7/Tes
Hago este señalamiento porque tan sólo en los primeros dos párrafo este señor, el cual no tengo ni idea de quién es, hace en su artículo una demostración de ignorancia verdaderamente alarmante. Y digo alarmante porque este señor, que yo no se si es de izquierda o de derecha, lanza el juicio más falaz y escandaloso que se puede utilizar contra alguien o algún movimiento: "Fascista". Luego va y ridiculiza el gusto de los americanos por los candidatos de origen tradicional frente a la dignidad de los postgrados prestigiosísimos de Obama. ¿Quién es el elitista en todo esto? A este señor no le han dicho que la democracia nada tiene que ver con postrados, ni que nadie por haber estudiado en un lugar espectacular es más competente que otros. Pero bueno, él parece ignorar esto. Pero lo peor es utilizar ciertos ejemplos aislados de lo que supuestamente algunos gritaron en un evento público para decir que el movimiento conservador de Estados Unidos es racistas, nacionalista y fascista. Esto es, quizá, la demostración máxima de ignorancia.
Primero, en ningún país serio se puede estar en favor de la inmigración ilegal. Estados Unidos es un país forjado por inmigrantes donde la inmigración ha jugado un papel fundamental en su conformación. Pero hay algo que lo americanos insisten: debe ser legal. Si al señor Antonio Caño le parece que esto es un tecnicismo de ultra derecha, le sugiero que se revise y piense si tiene sentido permitir la invasión indiscriminada de su país, por ejemplo España y la peligrosa inmigración africana que el inepto de Zapatero no ha procurado combatir. Nadie dice que pateen a los inmigrantes; lo que los americanos exigen (tanto de derecha como izquierda) es que sea legal. Pero claro, la tradición legalistas de los Estados Unidos es uno de los factores centrales que los tienen donde están: en la cima del planeta.
Segundo, el señor Antonio Caño confunde las nociones de patriotismo y nacionalismo. Esto parecerá otro tecnicismo, pero nuevamente es otro de esos tecnicismos tan abrumadores que hace la radical diferencia entre el nuevo y el viejo mundo. Patriotismo es sentir amor por el país donde naciste, por el país que te trajo al mundo a ti y a tus antepasados (de allí patria del latín). Nacionalismo es fervor por la cultura y el pueblo que conformas. Son dos cosas tan diferentes como que dentro del patriotismo cabe la diversidad en vista de que una misma tierra y una misma república la compartimos entre varios de diferente procedencia. En el nacionalismo es todo lo contrario: es un concepto excluyente porque sólo contempla a las personas que forman parte de la nación, es decir, la etnia legendaria de la que descendemos. Compañeros, Estados Unidos es todo menos una nación. Es un país con tanta variedad cultural y racial que puede ser llamado una república que múltiples naciones. Pero tachar a un movimiento de nacionalista por ser patriótico es una demostración evidente de ignorancia, como hace el señor Antonio Caño.
Podría continuar despotricando contra este columnista que demuestra con creces el típico resentimiento de izquierda que sienten muchos hacia los Estados Unidos. Ese resentimiento alimentado por un país exitoso que logró superar muchos de los avatares que la gran mayoría de los países del mundo, y muchos de Europa, todavía sueñan en superar. Y el ejemplo más claro es el desprecio que este señor demuestra por el constante interés de los americanos de que sus representantes en el gobiernos provengan de una condición social sencilla. Ese origen social sencillo es virtud en las democracias, pero él, por supuesto, desprecia eso, porque en el fondo no es ningún demócrata, sino otro elitista más que no ha podido superar los complejos heredados del Ancient Régime Europeo.
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4 comentarios:
Muy buen artículo, Thaelman Luis. Me permitiré comentar tus comentarios. Quizá excesivamente rudo has sido con este articulista español, que después de todo sufre del mismo mal que casi todos los europeos sufren en estos días: un enfermizo deseo de que la administración demócrata en Estados Unidos sea exitosa y permita pasar la llave al baúl retrógrado en el que se encerró la dupla Bush-Cheney.
Más allá de los comentarios que has hecho sobre este periodista -seguramente periodista, y quizá debas hallar ahí la causa de ese uso tan despreocupado de los términos-, lo cierto es que haces muy pocas referencias directas a la nueva derecha norteamericana en si. Es decir, lamenté al leer el artículo no saber tu opinión sobre esta nueva expresión política folklórica, con rasgos peligrosamente demagógicos y con una clara intención oportunista. Me gustaría saber cómo evalúas el fenómeno del Tea Party y en especial el rol que está jugando en el amplio mundo conservador Sarah Palin. A mi me parece que mal servicio le está haciendo a la derecha republicana esta especie de retorno a fenómenos ya superados, más cercanos al maccarthismo.
No cuestiono que los estadounidenses quieran que los gobierne alguien que se parezca a ellos -es lo mismo que sucede en Bolivia, aunque por supuesto no tan bien aceptado por la oposición venezolana- pero no debes confundir origen social con formación académica. Obama no proviene de las clases dirigentes norteamericanas, como si provenían los altos cuadros de la administración Bush. Por el contrario, si algo no podemos negar –incluyéndome; te reitero que Obama no es santo de mi devoción- es que Obama es producto del sueño americano, del mito que nos dice que en EEUU quien se esfuerza, logra grandes cosas. Es el mito que movió a millones de personas a emigrar a ese país.
Pero antes de extenderme más y referirme a la inmigración latinoamericana en EEUU -que grandes servicios prestó a la mayor economía del mundo, que supo hasta su debacle conseguirle lugar en el campo laboral- quisiera saber tus pareceres sobre los Tea Party, confiado de tu juicio crítico.
Saludos
Compañero Carlos Miguel,
Es un honor tenerte por estos lados. Bienvenido.
Bueno, de hecho fue a drede que procuré no establecer mis comentarios sobre los personajes referidos en el artículo. Lo que me movió fue más la crítica al lenguaje de este señor que a una defensa concreta de lo que él estaba criticando.
El movimiento del "Tea Party" es un fenómeno bastante heterogéneo, pero que gira en torno a una idea común bien clara: descontento hacia las políticas de excesivo gasto público del Gobierno Federal, y a su tendencia a elevar los impuestos por encima de lo razonable. Esta crítica también es dirigida a las políticas de gasto excesivo del pasado gobierno de Bush, por lo que el movimiento no es estrictamente partidario, aunque tiene una tendencia evidentemente conservadora. Su propuesta frente a la crisis es equilibrio fiscal y reducción de impuesto como estimulante de la economía. Más allá de esto puede que hayan otras tendencias, las cuales yo no conozco del todo. Pero en principio se trata exclusivamente de este asunto. Y yo estoy claramente a favor de esta opinión, además de sentir simpatía por un movimiento espontáneo de base y no de élites ni partidos; motivo por el cual ha recibido una recepción ambivalente por parte de los políticos republicanos más conocidos. Como toda élite, teme ser sustituida. Sin embargo, hay algunos personajes mediáticos que promueven este movimiento que claramente son nefastos y motivo de escándalo; como Glenn Beck, uno de los hombres que le está haciendo más daño al movimiento conservador en Estados Unidos, en mi opinión.
Con respecto a Palin: bueno, hubo entusiasmo al principio. Pero no se le puede pedir demasiado a una gobernadora de sólo dos años, excandidata vicepresidencial derrotada. Me parece que ha actuado muy desacertadamente luego de la campaña. ¿Qué se le puede hacer? No todos los líderes son lo que aparentan en principio.
Gracias por tu comentario Carlos. Un fraternal saludo.
Corto: EEUU no se hizo de inmigrantes sino de colonos.
Un abrazo!
Hola Víctor,
Concuerdo con que Estados Unidos fue fundado por colonos, pero luego contruido por inmigrantes.
Gracias por pasar por el blog.
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