viernes, 4 de diciembre de 2009

Preludio 15 de Chopin

La música tiene muchos momentos, pero hoy quiero señalar uno muy breve. Uno de esos momentos que, dentro de la gigantesca constelación de la música universal, es a penas un punto minúsculo. Sin embargo, no por ser pequeño deja de ser grandioso. Hablo del Preludio número 15, también conocido como "Raindrop", de Chopin. Fue utilizado por Kurosawa, el célebre director de cine japonés, en su película titulada "Sueños", en la secuencia en la que el personaje principal ingresa en un universo formado por pinturas y grabados de Van Gogh; mi parte preferida de la película. Y es que de todas las piezas de Chopin, tantas tan maravillosa, el preludio 15 debe ser una de las más profundas piezas para piano.
Comienza con unas tonalidades de una ternura indescriptible: Precisamente como andar caminando por los alegres paisajes de Van Gogh. Y en un momento se transforma y se convierte en tonalidades oscuras, profundas, pasionales. Siento con esta pieza una conexión particular, un llamado a los momentos alegres de la vida, y a la oscuridad inherente del alma. Gran pieza, gran compositor.

4 comentarios:

muchacha en la ventana dijo...

Personalmente me fascina Chopin, me trasporta a un mundo interior, de paz y disfrute personal.
Gracias por la recomendaición.

un saludo

Thaelman dijo...

Si, Chopin es muy especial.

Cayetano dijo...

Chopin, como buen romántico, no se conforma con pasajes llenos de tranquilidad y ternura, que también los tiene, y a veces, como en el caso que comentas, la agitación, la pasión y la desmesura se apoderan de su música, demostrando que tiene fuerza y rebosa vida. Imprescindible.
Un saludo.

Colotordoc dijo...

Me acuerdo de la pelicula y del preludio.

La musica es como el universo: cada rincon es particular.
Saludos