miércoles, 30 de septiembre de 2009

Resultado de reflexión

Los fenómenos políticos siempre funcionan en escala de grises; algunos son más claros, otros más oscuros. El problema del totalitarismo es que, no sólo prohibió el blanco, sino que se encargó de exterminarlo.

El Delirio Sexual de los Tiranos.


Anoche estaba leyendo Suetonio cuando me encuentro con un pasaje revelador. Nuestro autor relata la biografía de Julio César, que con 34 años cumplidos fue escogido para el cargo de cuestor (magistrado que se encargaba de las finanzas de un ejército o una provincia, pero también eran seleccionados por los cónsules para investigar casos criminales en calidad de jueces sustitutos) por primera vez, en el año 68 a.C., y le tocó en suerte cumplir su magistratura en Hispania. Estando en su provincia es cuando ocurre el famoso momento en el que se encontró con una estatua de Alejandro Magno en un templo de Hércules, y "entonces se puso a gemir y, como arrepentido de su desidia, porque, según él, no había realizado aún nada memorable a la edad en que ya Alejandro había sometido el orbe terrestre..."(SUET, Vida de los doce Césares, Libro I, 7, 1). Vaticinios de una ambición desenfrenada cuya influencia rezonaría por muchos siglos más que la del propio Alejandro.
El punto es que en su delirio pide volver a Roma, y entonces tiene un sueño muy peculiar. "Además, los adivinos le hicieron concebir las más altas esperanzas cuando, sumido en la confusión por el sueño de la pasada noche (pues, mientras dormía, había soñado que violaba a su madre), lo interpretaron como un presagio del dominio del globo terráqueo, puesto que la madre que había visto sometida a él no era otra que la tierra, considerada madre de todas las criaturas." (Ibid, 7, 2). ¡¿Qué tal?!
Claro, la madre también puede ser entendida como la madre patria, y para un romano de medidados del siglo I antes de Cristo, cuya patria se había extendido por todo el mundo civilizado de la Antigüedad, violar a dicha madre sería violar a toda la civilización.
Pero lo que más me gustó de éste pasaje no fue sólamente ésa interpretación. Me pareció fabulosa la metáfora del tirano como un violador de su república, como un hijo que viola a su propia madre. La metáfora, ¡soñada por el propio César!, no es más que el indicador de que todo tirano no es más que un violador; además violador de la madre que todos los ciudadanos libres tenemos en común: nuestra república. Y ésto es totalmente ilustrador. En las cárceles los delincuentes más repudiados e incluso ejecutados por los demás reos son los violadores. Se entiende que éstos son los más repugnantes de los criminales comúnes. ¿Y en la política, no son los tiranos los delincuentes más repugnantes? ¿Los corruptos más detestables? ¿Los egolatras más despreciables?
A los ciudadanos que viven libres e iguales, la gran madre de todos es la República, la Ley es la suprema de las tutoras. Cuando la Fortuna en una jugada rencorosa, o la Historia en una sentencia dilapidante, permite que algunos de sus hijos se eleven en fuerza y poder hasta un punto en el que, sumado a la completa falta de escrúpulos y a la ambición más dañina, son capaces de hacerse tiranos, todos vivimos en una familia cuya madre ha sido violada por uno de nuestros hermanos.
Julio César; uno de los personajes más infames de la historia de Roma, junto con otros que por sus inclinaciones más extravagantes se hicieron más odiados por la historia (un Calígula, un Nerón, un Cómodo). Luego familias enteras de violadores como los Medici. Es Bonaparte el violador más grande de Francia, como Hitler, el violador más macabro de Alemania.
América Latina parece un continente donde gobiernan los violadores. Donde nombres como Castro y Pinochet suenan a horror, entre otros. Y Venezuela, nuestra Venezuela, luego de décadas siendo una madre república mínimamente respetada y honorada, vuelve a ser víctima de la violación más desagradable y hedionda, por un delincuente tan sórdido como lo es Hugo Chávez. ¿Cuántos años más debemos soportar un flagelo tan triste a nuestra madre patria?

lunes, 28 de septiembre de 2009

Honduras: un caso ejemplar.


El caso de Honduras se vuelve cada vez más interesante por un lado, y patético y lamentable por el otro. No me tomaré la molestia de explicar el caso a los que ya lo deben conocer bien ni a los que por no conocerlo no les interesa saber más de él.
Lo cierto es que la posición tomada por el presidente Lula luego de la crisis en la embaja brasileña en Tegucigalpa me dejó perplejo. Yo esperaba una actitud de estadista respetuoso por parte del presidente de Brasil, cuando fue totalmente al contrario, demostró unas pretensiones intervencionistas y conspiradoras bastante descepcionantes. Al final todo resultó ser una acción planeada por Brasil para incrementar las fronteras de su "esfera de influencia" sobre una que por tradición le ha pertenecido a México y a Estados Unidos. Mala suerte para Lula que tiene que contar con un colaborador como Chávez, semejante bocón, que le empantanó toda la operación. Por una vez aplaudo la torpeza de Chávez.
Pero a lo que quiero llegar; desde las posiciones tomadas desde la OEA, Brasil y la negligencia de México y Estados Unidos (sin hablar de la conspiración del bloque del ALBA), ¡incluyendo de a momentos al presidente costarisense Oscar Arias, supuesto mediador! de las declaraciones hechas por los distintos presidentes, cancilleres y por Insulza, se dibuja una opinión ideológica bastante preocupante para mí. La voy a tratar de exponer, como yo la entiendo, de la manera más clara y directa posible: "No importan los errores, atropellos y violaciones constitucionales que hace ningún presidente y a los que somete a su país. Lo que importa es que los presidentes gobiernen tranquilamente y sin interrupción todo su período constitucional, sin derecho a réplica por parte de ningún otro órgano del Estado o del descontento popular mismo".
Esta parece ser la ideología de todos los presidentes latinoamericanos, develada en el curioso caso de Honduras. Nadie recuerda que fue la Corte Suprema de Honduras la que dictaminó una orden de captura sobre el presidente Zelaya por violación de la Constitución e intento de usurpar el poder presidencial. La opinión internacional parece decir "no importa, él es el presidente y nadie tiene derecho a hacerle eso a él". Y además, no importa cuando detrás de la orden de la Corte Suprema y la posterior acción de los militares, se encuentran millares de ciudadanos manifestantes en contra de Zelaya. Lo que ésta opinión aparenta decir es lo siguiente: "el pueblo y el Estado como su representación, es sólo soberano cuando elige al presidente. Una vez hecha ésta decisión la soberanía reside en el presidente hasta que culmine su mandato." (Recuerdos de la crítica de Rousseau al sistema político parlamentario de Gran Bretaña, donde la soberanía sigue residiendo explícitamente en el parlamento y no en el pueblo. Democracia ejemplar, ¿eh?) ¿Les parece que es exagerado? ¡Pues mirémos el caso de Honduras! Todo parece apuntar a que ese país se salvó de un tirano, y que una buena parte del pueblo, junto con el apoyo de la gran mayoría de las instituciones del Estado están en contra del señor Zelaya. ¿Entonces por qué insisten? ¡Esta es una guerra en la que la sociedad internacional del Hemisferio Occidenbtal respalda a un tipo, a un individuo, en contra de un país entero, en contra de su pueblo! ¿No es ésto absoluta insensatez? ¿Se ha convertido el presidencialismo en un dogma de fe en nuestro continente? ¿Todo el poder para el presidente? ¿Qué está pasando en Latinoamérica?
Honduras tomó una decisión, correr el riesgo de deponer a un tirano en potencia antes de correr el riesgo de que ese tirano se haga en la acción. Esto lo comprobarán las elecciones. Elecciones que el mismo Insulza a tenido el descaro de desacreditar por adelantado afirmando que es Zelaya quien debe volver al poder, no un nuevo presidente electo. ¿En qué demonios está pensando Insulza? ¿Es que ahora la legitimidad y la soberanía recaen sobre las "cabezas coronadas" de los presidentes y no sobre la autoridad verdaderamente legítima de una decisión popular? Todo ésto tiene un significado en la ideología política latinoamericana: el presidencialismo está por encima de la democracia.
Mi punto aquí no es defender el gobierno de Micheleti (cosa que varios ya saben que de hecho si hago), sino establecer un criterio crítico sobre la manera como la sociedad internacional de nuestro continente aborda la crisis. La conclusión que yo hago de todo mi análisis es que si el Sistema Interamericano se está terminando de desarrollar como una alianza para defender al presidencialismo por encima de la democracia y de la verdadera soberanía popular, entonces ese sistema y todo su aparato internacional no valen nada para nosotros, los comúnes ciudadanos, sistema que, entonces, debemos denunciar y si es posible enterrar. El señor Insulza, con la idiotéz que le es tan característica, se está encargando de que la OEA se convierta cada vez más en enemiga de los pueblos de nuestro continente, mientras funciona como refugio para los presidentes corruptos y en exceso ambiciosos. Lo mismo le podría estar pasando a la ONU en mayor escala (caso Sudán, por ejemplo), tema que se sale por completo de mi comentario, pero que personalmente declaro como una presagio de un sistema internacional caduco y obsoleto que funciona como obstáculo de la verdadera soberanía popular. Aplaudiré el día que toda esa gigantesca burocracia internacional sea despedazada y el sueño internacionalista utópico se termine de una vez por todas.

viernes, 25 de septiembre de 2009

BAVARIA, made in Holland.


Este no es un lugar para avisos comerciales, ni para anuncios publicitarios. De todas maneras aprovecho para comentarles que anoche probé la cerveza Bavaria. Esta es una cerveza bien peculiar, porque si uno se fija bien en la etiqueta, además de que se llama Bavaria, el texto está en inglés y la cerveza está hecha en Holanda. Otro de los fenómenos de la globalización, asumo. De todas maneras me dió mucho gracia.
Bueno, fuera de vaina, la cerveza es buena, dulce y fuerte. 7,9° de alcohol, así que supera por mucho nuestros intentos de cerveza fuerte como la Solera o la Polarsita. Claro, es cerveza de importación en un país productor de cerveza, su costo es 14 bolívares en un automercado. Me pregunto a cuánto la venderían en los locales. Sin duda no podría competir contra precios de hasta una tercera parte, bebidas como la Smirnoff Black esa que es regular ni mucho menos contra la Solera.
De todas maneras, por allí CADIVI permitió la importación de algunos cargamentos que terminaron en automercados. Antes de que se agoten y no vuelvan más, si se topan con una, pruébenla.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Una guerra espiritual por la UCV.

Hoy volví a soñar con la UCV. No sería la primera vez. Recuerdo vagamente que estaba entre los espacios de afuera de la EEPA, de aquí para allá entre personas conocidas de la escuela. Recuerdo que no eran conversaciones académicas sino de carácter administrativo. ¿Será porque estoy en el proceso de graduarme?
Recuerdo haber corrido hacia el pasillo central que da hacia derecho, y haber estado acompañado por dos personas; un hombre y una mujer. Andábamos hacia arquitectura cuando repentinamente se aparecieron dos columnas de militares de tal manera que fuimos rodeados, con una columna adelante y otras atrás. Estaban equipados como para ir a la guerra y nos ordenaron que despejáramos el área. Este momento lo recuerdo con toda claridad, cuando en compañía de las dos personas con las que andaba (desconocidas para mí), caminamos fuera del pasillo techado hacia las canchas de ingeniería, pero el lugar era diferente, era más amplio, como si los edificios de ingeniería hubieran sido sustituídos por paredes de concreto vacías. En ese momento estaba aterrado, pensando que los militares nos dispararían mientras estuviéramos de espalda. Y en efecto, no recuerdo por qué, dispararon y mataron a la muchacha que venía con nosotros. Lo que viene me resulta impresionante, pues al retroceder a recogerla del suelo, un tiro le había atravesado el cuello, y su cabeza estaba siendo tapada por una burka (de esas que usan las mujeres musulmanas), pero su rostro se veía. Recuerdo haber entrado en ira y habérmela llevado entre mis brazos, refugiándome detrás de una de las estructuras de concreto vacías.
Luego de éste momento lo que siguió fue un campo de batalla. Recuerdo haber estado armado con un FAL y en compañía de otros que disparaban desde otros puntos, haberme enfretado a los militares. Sin embargo nuestros enemigos eran demasiado y cuando estaban a punto de rodear el lugar donde yo estaba, logré escabullirme entre los disparos.
Ya no estaba en un lugar que pareciera de cerca la UCV, sino en algo más similar a una ciudad de calles muy estrechas pero con edificios derruídos por causa de la guerra. El ambiente era caluroso y amarillento, cuando entro en una suerte de rancho. Aquí el argumento del sueño cambia repentinamente y resulta que soy una suerte de soldado o guerrillero buscando una reliquia, como un medallón azteca y debo recogerlo para llevarlo a mis jefes. El rancho estaba aparentemente vacío, pero me topo con que en un cuarto había un grupo de hombres y mujeres somalíes, desarmados pero aparentemente aliados míos. Tumbé la puerta (recuerdo con claridad que las puertas eran de metal corroído) de un segundo cuarto que quedaban a mi espalda intercambié disparos con otros somalíes (éstos eran enemigos) hasta que los maté. Dentro del cuarto encontré un arsenal de ametralladoras y RPGs y un morral con el medallón que estaba buscando. Liberé a los somalíes aliados los cuales se armaron del arsenal que había en el segundo cuarto, y recuerdo ver a una marabunta de somalíes enemigos corriendo entre escombros y basura dirigiéndose hacia el rancho donde estábamos, pronto a abrirse una batalla entre los dos bandos.
No recuerdo más...

(Este sueño me impresiona, porque no he olvidado uno que tuve hace un par de años en el que estábamos los eepistas armados como guerrilleros defendiéndo la escuela de grupos de asalto con boínas rojas que atacaban nuestra escuela. Al final de ese sueño aparecía en el cielo de Caracas una gigantesca nave extraterrestre, como la de la nefasta película El Día de la Independencia).

martes, 22 de septiembre de 2009

¿La lista de Schindler?


Viendo la lista del American Film Institute de las mejores cien películas del cine siempre me viene a la mente la siguiente pregunta sin respuesta. ¿Qué hace la Lista de Schindler de octavo? Es decir, esta es una buena película que a mí particularmente no me gusta, no por nada de inherente a ella, sino por estar en este puesto. La ví hace un tiempo, recuerdo que me pareció excelente, pero... ¿¿¿octavo puesto???
Recordemos un poco la lista que no es nada difícil de conseguir. De primero tenemos lo grandes clásicos pues, Citizen Kane, Casablanca, Lo que el Viento se llevó, El Padrino, Lawrence de Arabia, Raging Bull, Cantando bajo la Lluvia; por lo demás películas espectaculares todas desde que comienzan hasta que terminan. Bueno, luego de la maravillosa Lawrence of Arabia aparece orgullosamente allí: "La Lista de Schindler".
Mencionemos algunas de las películas que están detrás: Psicosis, Chinatown, 2001: Odisea del Espacio, El Mago de Oz, Dr. Strangelove, Apocalipse Now y un poco más abajo Doctor Zhivago, Taxi Driver, Amadeus, El Silencio de los Inocentes, Patton y hasta Titanic entre muchas otras. Me pregunto yo, ¿qué tienen éstas películas que envidiarle a la Lista de Schindler? ¿Por qué esta gente considera que Psicosis o Chinatown deben estar al menos dies puestos por debajo.
Hablemos un poco sobre la película en cuestión. Es de 1993, y está en el top 10 con otras nueve películas todas anteriores a 1972, año del Padrino 1, (excepción de Ragin Bull de 1980 que fue agregada al cuarto puesto en el año 2007. En el 98 estaba de 24 y la Lista de Schindler de noveno). Es decir, entre las diez mejores películas la Lista de Schindler escala un puesto en la revisión y se encuentra con una liga de clásicos de 1939, 1941, 1942, 1952, 1958, 1962, 1972 y con la recién llegada Raging Bull de 1980. ¿Por qué esta gente le da tanta importancia a esta película que parece una adolecente quinceañera al lado de veteranos de más de cuarenta, cincuenta y sesenta años en el cine!
La película es muy buena, repito, pero es mi opinión que está completamente sobreestimada para estar jugando en esa liga. Me pareció un poco demasiaod larga, y es muy muy manipuladora. Debe ser porque a mi no me gusta Spielberg para nada, pero si les soy sincero, me gustó más el Pianista de Polansky. ¡Y del mismo director Chinatown me pareció tanto mejor o Psicosis de Hitchcock! Además, el final de la Lista de Schindler es tan pero tan pero taaan cursi. ¡Es demasiado desagradable!
Tengo una "teoría" para este fenómeno tan extravagante. El lobby cinemátográfico de Spielberg y los judíos liberales por un lado, y un prejuicio ridículamente arraigado en la mente de los gringos respecto al holocausto. Esta es la película más extravagante que veremos del tema, y Spielberg que es buen director, pero creo que está sobreestimado, metió la mano hasta el fondo para que su película panhebrea favorita estuviera en una liga donde está fuera de lugar. De verdad, para mí esta película sería mejor si no estuviera en ese puesto, porque me da tanta rabia que sea tan sobreestimada y admirada cuando la verdad no es la gran vaina. No puedo con Spielberg y su melodrama. Yo le daría a esa película un puesto veinte, pero esta gente la pone de octavo.

sábado, 19 de septiembre de 2009

¿Por qué no tenemos República?


He estado pensando por qué los proyectos republicanos fracasan en Latinoamérica. Se que ésta es una pregunta ambiciosísima, pero entre mis reflexiones y diálogos internos he llegado a algunas conclusiones que me gustaría compartir, y para el interés de esta nota me referiré sólo a Venezuela que es el caso que realmente conozco. La gran dificultad que se nos presenta se debe, de acuerdo a mis modestas conclusiones, a tres grandes divisiones en nuestra sociedad, que nos impiden crear la cohesión necesaria para formar una verdadera república de ciudadanos y no intentos esporádicos de libertad, seguidos de tiranías demagógicas, dictaduras militares o guerras civiles. Estas tres divisiones son:
a) El abismo ideológico entre los pobres y la clase media. Entiéndase que este abismo se debe menos a las diferencias de las condiciones materiales entre ambas clases que a las diferencias ideológicas que se derivan al pertenecer a alguna de éstas clases. De ésta manera revierto completamente el análisis marxista.
b) La división, e inclusive alienación entre el mundo civil y la "casta militar". La sola existencia de una casta militar es contraria con la seguridad de una república democrática, que exige más una defensa de civiles armados que de un ejército profesional.
c) La enfermiza división entre partidos políticos y sociedad. La idea de que los partidos son el mecanismo de comunicación entre pueblo y Estado, como si el Estado fuera una entidad separada del pueblo, es una falacia. Primero porque conceptualmente el Estado no puede estar separado del pueblo, y segundo, de estarlo, es una vil mentira que los partidos (al menos en Venezuela) de hecho sean un mecanismo de comunicación entre ambas entidades.

Voy sólo a desarrollar un poco mis ideas con respecto al punto "a". Más allá de las diferencias materiales que existen entre la clase media y los pobres en Venezuela, lo que realmente nos separa es un abismo ideológico. Este abismo se constituye de una premisa típicamente burguesa de que el tener más posesiones materiales te hace mejor persona, y que la adquisición de éstas posesiones se haya dado legalmente. Claro, la clase media se considera mejor que los pobres, aunque lo oculten con prejuicios como los derechos humanos o la igualdad ante la ley. En el fondo, en sus emociones e inclinaciones irracionales no se sienten igual y desprecian al pobre, le temen y le odian. No nos caigamos a mentiras; yo detecto éstos prejuicios en mi propia familia, en mis amigos, entre mis colegas y mis compañeros, y en mí mismo en algunos momentos. Entonces la idea de igualdad es de la boca para afuera e internamente sentimos un profundo desprecio por los pobres.
Dos son los resultados de esta ideología de clase media: la marginalidad en las maneras de los pobres, ya bien sea como mecanismo para diferenciarse y de individuación; o, lo que es más probable, por el hecho de estar separados en el sistema de educación (la clase media en colegios privados y los pobres en liceos públicos). El segundo resultado es el recentimiento, ya que la ideología de clase media los afecta a la inversa: tienen menos y se sienten inferiores. A su vez estas maneras de ser de los pobres fortalecen la ideología de clase media en un círculo perpetuo de alienación entre los dos sectores. El resultado es una sociedad dividida.
Esta división es aliementada por las ideas de izquierda, que al creer que lo bueno sería igualar materialmente a todos los venezolanos, idea que es totalmente imposible de lograr empíricamente, refuerza la convicción de los pobres de que son de hecho diferentes a la clase media, cuando en realidad no lo son (el mismo argumento lo usa la clase media pero a la inversa). ¡Y es increíble como ellos lo siguen creyendo! ¡De verdad lo creen, es de lo más frustrante! ¿Que logran con sus ideas al darle mayor importancia a las diferencias materiales que a la necesidad de unidad ideológica entre las dos clases? Profundizar el ciclo de alienación que comenté anteriormente.
Necesitamos algunas cosas muy importantes. Primero salir del mito de acabar con la pobreza tan sembrado en nosotros por la izquierda, y plantearnos el objetivo más modesto de acabar con la miseria de los pobres. Así los pobres dejarán de vivir en miseria y su pobreza sólo será relativa a la riqueza de la clase media. ¿Por qué es malo o injusto que hayan diferencias materiales? ¡Esto es un prejuicio! Con tal de que grandes sectores no padezcan de la miseria, y existan mecanismos que faciliten el ascenso social, por qué pedir más cuando no se puede. Hasta que no dejemos de creer que el objetivo es igualarnos materialmente (el sueño comunista de Carlos Marx), no podremos de hecho superar nuestra división y de hecho salir de la miseria. Y segundo debemos consolidar una ideología política común entre pobres y clase media. Reducir a su mínima expresión razonable la brecha ideológica entre pobres y clase media, para que nos demos cuenta que de hecho somos iguales y que la diferencia de nuestras posesiones no valen nada ni importan nada cuando todos somos ciudadanos libres de una república. ¿Cómo se logra ésto? Bueno, hay que acabar con esa ideología de clase media, y los medios para acabar con ella nunca serán satisfactorios para esa clase media, que dentro de todo quiere seguir creyendo en su fuero interno que es superior.
Educación, diría yo. Una reforma educativa ambiciosa que acabe con esa pretención burguesa de educar profesionales eficientes, cuando lo que realmente debemos educar es a buenos ciudadanos. Educar profesionales es tarea de las universidades, cuando los colegios lo que deben es educar ciudadanos. Con ese sistema de educación tan equivocado lo que logramos es preparar a aplicantes a universidad. Los que no logran convertirse en buenos aplicantes, muchos de ellos provenientes de liceos públicos que no les dan las herramientas para competir, no logran ni ser profesionales, ni ser buenos ciudadanos. El resultado: lumpen. Pobres que no son buenos ciudadanos y que se diferencian aún más ideológicamente de la clase media precisamente por esta deficiencia en el sistema de educación.

Dejemos de pensar en tanto socialismo; dejemos de pensar tanto en esa "Cuestión Social" tan dañina y equivocada.

Pensemos en libertad. Pensemos en república.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Aquí huele a gato encerrado.


Okay, hagamos un análisis de discurso ahora que han pasado más o menos 24 horas desde el controversial anuncio de Obama y su secretario de Defensa. Todos los análisis apuntan a que Obama está debilitando su capacidad de defender Europa de posible ataques rusos. Sin embargo eso no fue lo que dijo Gates en la rueda de prensa, asegurando algo completamente opuesto.
Obama dijo esto:
The "new missile defense architecture in Europe" will be ready faster, work with existing technology and provide better missile defense than the program proposed by former President George W. Bush, Obama said.
¿No es lo mismo a decir, "hemos cambiado la estrategia para mejorar la capacidad de cumplir con los mismos objetivos"? Claro, se insiste que esto tiene que ver con la capacidad de Irán de disparar misiles de corto y mediano alcance, no de largo alcance, tecnología que por los visto todavía no poseen.
Veamos esto: "The Council on Foreign Relations released a report Thursday that said repeated technological failures had put the Bush missile plan behind schedule and likely over budget as well." Entonces el plan de Bush no era del todo eficaz en sus objetivos, lo cual es un argumento que le da peso a la primera afirmación del Obama. Pero más importante aún, las declaraciones de Gates.
"Defense Secretary Robert Gates, speaking from the Pentagon immediately after the president's announcement, denied the United States was "scrapping" missile defense." ¿Está mintiendo? ¿Qué esta diciendo el Departamento de Defensa? "This new approach provides a better missile defense capability for our forces in Europe, for our European allies and eventually for our homeland than the program I recommended almost three years ago," he said. Insisto, ¿qué significa esto?
"The new system will have "hundreds" of missile interceptors instead, the Pentagon's point man on it said. It also will have mobile radars, including some in space, "that can move to wherever the threat actually emanates and wherever we feel we need to defend ourselves," said Gen. James Cartwright, vice chairman of the Joint Chiefs of Staff. He contrasted the new sensor technology with the radar systems envisioned in the old plan, which he called "basically left over from the Cold War."
Ahora habla un profesional en la materia, quizá entre los mejores 10 expertos en este tema que hay en Estados Unidos. ¿Qué significa esta promesa? Sigo insistiendo, ¿a quiénes le mienten los Estados Unidos? ¿Al mundo y a los rusos o a los americanos y al liderazgo republicano? Porque nada de esto concuerda con la versión de que Estados Unidos está cediendo poder y abandonando el plan de defender a Europa contra los rusos. Y los rusos parecen estar contentísimos, lo cual indica, o que Obama se dejó torcer el brazo, o que cayeron en su engaño.
La verdad esto es muy misterioso, y no he leído ninguna opinion del todo coherente, ya que afirmar una cosa es negar la otra.
Pero lo que más me sorprende, que haya sido Gates, el que propuso la estrategia durando los años de Bush en un principio, y ahora sea él mismo con apoyo unánime del Joint Chieff of Staff del Pentágono los que hayan sugerido el cambio. ¿Es que estos señores se volvieron locos y concientemente moverían una propuesta que debilitara el potencial de poder de los Estados Unidos? ¿¿El Pentágono?? Esto tendría mucho más sentido si hubiera sido una propuesta del actual Congreso alineado con la Casa Blanca, que una sugerencia de los militares y de Robert Gates, funicionarios comprometidos con una política de seguridad de Estado, no de gobierno.
Para mí aquí huele a gato encerrado. Vean este reporte sobre última tecnología balística de los Estados Unidos http://edition.cnn.com/2009/US/07/31/missile.defense/index.html

La información y las citas de esta notas fueron sacadas de la página web de CNN: http://edition.cnn.com/

jueves, 17 de septiembre de 2009

Obama, Gates, Chávez y Medvédev


Los que consideramos que el mundo es peligroso y que Occidente tiene enemigos claros y reales estábamos algo preocupados por la posible política de seguridad de la administración Obama. Suponíamos que su línea podía estar a la par de presidentes como Jimmy Carter. Sin embargo el actual presidente me sorprende con el desarrollo de su política exterior.
Lo primero sobresaliente es que haya preservado a Robert Gates como Secretario de Defensa, lo que indica una voluntad de mantener una continuidad en la política de seguridad de los Estados Unidos heredada del gobierno de Bush, quizá uno de los pocos aspectos en los que esa administración se distinguió por eficaz. Robert Gates no es un hombre partidista y parece estar mucho más comprometido con una política de defensa de Estado más que de gobierno; lo mismo parece ser justo decir de Obama.
De segundo lugar yo creía que el manejor de la política exterior de Estados Unidos para América Latina iba a ser aún peor que la de la administración Bush. Sin embargo los avances hechos a través de la Secretaría de Estado para aislar a Chávez y su bloque han resultado interesantes. En vez de una política de confronttación y dura crítica, la administración Obama ha optado por una postura de ailsamiento diplomático por debajo de cuerda, especialmente a través de Colombia, el aliado más confiable de los EEUU en la región. Pero nótese los avances que se han dado en posicionar a la Venezuela de Chávez como un Estado foragido. El prestigioso Fiscal del Estado de Nueva York Robert Morgenthau rebela que sus investigaciones apuntan a vincular a la administración de Chávez con Irán y con el terrorismo islámico del medio oriente. Además la comisión del Senado para el narcotráfico lleva a cabo una investigación muy avanzada sobre los vínculos de este gobierno foragido con el narcotráfico colombiano (y quien sabe si esta red se extiende hacia Ecuador y Bolivia). De salir un reporte contundente del Senado donde se compruebe que Venezuela es un narcoestado, la administración Obama va a tener que tomar medida mucho más mordaces de acuerdo con leyes antinarcotráfico norteamericanas. Y de último Colombia es la ficha que golpea a Chávez inclementemente por el lado de su alianza con las FARC y el terrorismo en Sudamerica. La respuesta a esto son las controversiales bases norteamericanas en suelo colombiano. ¿Y el golpe de Estado en Honduras que no pasó de ser repudiado por la comunidad internacional, pero que parece que continúa inquebrantable?
Con este expediente tan significativamente repudiable, cómo hacen presidentes como Lula o Kirchner. La cumbre última cumbre de jefes de Estado de Unasur fue un fracaso para Brasil, pero un éxito para Colombia y una derrota de las pretenciones de Venezuela y su bloque. ¿Qué está pasando con la hegemonía de Chávez? En mi opinión creo que se trata de una política exterior de Washington destinada a debilitar las redes de influencia de Venezuela y ir aislando a Chávez de sus aliados temporales, como lo son los gobiernos de centro izquierda en Sudamérica.
Chávez responde con una visita al "Eje del Mal" y compra docenas de tanques en Rusia con la posibilidad de añadirle algunos submarinos. ¿A qué juega Chávez? En mi opinión, a intimidar a Colombia, ya que como todos sabemos esta carrera armamentista de Venezuela no tiene manera de enfrentarse a los EEUU (punto que ni debería mencionarse). Pero y otra pregunta más interesante ¿qué está haciendo Rusia? Yo creo que los enemigos de Occidente han tomado a Obama por un presidente débil (como yo lo hice en mi momento), y que aprovechan la oportunidad para debilitar el poder de los Estados Unidos. Rusia por su parte alimenta una carrera armamentista en Sudamérica que pone en riesgo el equilibrio del "patio trasero" de su oponente. ¿Cómo responde Estados Unidos? La declaración consecutiva del Presidente Obama seguida del Secretario de Defensa Gates hablan de replanetar el escudo antimisiles. NO DE DETENERLO O ENFRIARLO. Todo lo contrario, recomendado tanto por Gates como uniánimentente por el Joint Chief of Staff del Pentágono, la estrategia se va a cambiar para hacerla más potente. Y si estudiamos bien el discurso de Gates, esto es una señal a Rusia de que quizá se equivocaron con el Presidente Obama. Esperemos que esto sea el replanteamiento de una paz imperial.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El dilema de un occidental


Todos los días siento que me enfrento a un debate interno. Es un debate compartido entre todos los occidentales y se remonta a aquellos años del renacimiento en Italia. Exploremos superficialmente lo que queremos decir con "renacimiento".
Una civilización marcada y determinada moral, política y socialmente por la teología cristiana romana. La división del mundo entre el Reino de Dios y el Reino de los hombres. La repartición de la autoridad entre el Vicario de Cristo y el Sacro Emperador Romano. La división entre cristianos e infieles. En fin, un mundo cuya variable fundamental para su continuación lo era la idea teológica del mundo de acuerdo con las Sagradas Escrituras y el orden que de la interpretación de ellas se derivaba. Es un mundo que en sí mismo es bastante estable y consistente, por más brotes de herejías que se presentaron en toda la Edad Media. Dios representado en Cristo era la idea rectora.
Pasó algo en este mundo, algo violento y cataclísmico que lo derribó todo y lo hizo pedazos. Aquella lejana y nebulosa civilización, aquellos tiempos precristianos de paganismo, injusticia y pecado, aquél mundo que había quedado olvidado y enterrado en las profundidades de las bibliotecas de las abadías volvió a nacer: La Antigüedad. De allí el renacimiento. ¿Pero que fue el renacimiento si no la obsesión de un mundo agotado por el argumento teológico de encontrar en lo que había quedado en el olvido las bases para una nueva forma de admirar al ser humano? La Antigüedad, junto con todas sus injusticias, ya olvidadas por el pasar de los siglos, renacía como la imagen de unos tiempos que casi parecían de mentira por lo fantástico de sus acontecimientos. El gran hombre afectado por esta experiencia enceguecedora fue Nicolás Maquiavelo. En mi opinión, el primer hombre moderno. No sólo por el resultado de sus escritos, el producto del violento choque entre dos mundo enemigos, sino por la comprensión de que una síntesis entre la civilización greco-latina y el mundo judeo-cristiano era imposible, o al menos quimérico. El resultado: la Civilización Occidental moderna.
A diferencia de sus posteriores, Maquiavelo siempre estuvo al tanto de que el matrimonio entre antiguos y cristianos era una unión de dos seres que no se comprenden y que la mayor parte del tiempo se desprecian. Sin embargo eso somos nosotros. Vemos la historia de Occidente y lo que descubrimos es la alternancia entre el soberbio espíritu de los antiguos (Renacimiento, Ilustración, siglo XX) y el compasivo espíritu de los cristianos (siglo XVI, siglo XVII, edad Victoriana).
Esto lo comento porque todos los días debo lidear con la poderosa lucha entre nuestras dos civilizaciones madres. Somos el producto de un matrimonio divorciado. A veces comprendo, admito y me entrego a la verdad de Cristo y a la necesidad de una moral cristiana honesta; pero por otro lado me despierta ese llamado de los antiguos a las grandes obras, la espectacularidad de la acción humana, al hombre fuerte y orgulloso. Por un lado tenemos a Kant como defensor de una y a Nietzsche como defensor de la otra. ¿Dónde está Maquiavelo? No lo sé; no lo he descubierto todavía. Sin embargo debo admitir que es como él como yo me siento.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Por qué me fascina el período de entre guerras

Yo no soy fanático del siglo XX, y mucho menos de la historia de nuestros días. Como muchos sabrán, y otro habrán deducido, lo mío es la Antigüedad. Sin embargo hay un período del siglo XX que, junto con la Revolución Francesa, las Guerras de Religión y el Bajo Renacimiento Italiano, considero que se encuentran en los períodos climáticos de la historia del Occidente moderno. El período que se comprende entre los años de 1917 y 1945.
Enumeremos los acontecimientos que a mi parecer son los más fascinantes:
1) La Revolución Rusa y el surgimiento del stalinismo. (Na guevonaa).
2) Auge y caída de la República de Waimar y el surgimiento del nazismo. (¿Qué más quieres?).
3) Auge del fascismo en Italia. (Divertidísimo).
4) Auge del Imperio del Japón. (Peligrosísimo).
5) Crack del 29 y el New Deal de F. D. Roosevelt (Lamentable).
6) Decadencia del Imperio Británico. (Ya era hora).

Yo soy de aquellos a los que le aburre mucho la Guerra Fría y ese mundo que juega al teatro en la Naciones Unidas. Sin embargo hablemos de éste período que lo veo tremendamente más interesante, en parte por la bulliciosa, truculenta y turbulenta sociedad de ese tiempo. Es un período que se inicia con los catastróficos resultados de la Primera Guerra Mundial, y cuyo primer acontecimiento sobresaliente es la revolución en Rusia, la guerra civil que se desata allí y el triunfo de los bolcheviques. ¡Que locura!
Luego la República de Waimar es un desastre político y económico, pero Alemania vivió en este paríodo uno de los auges culturales y científicos más grandes de su historia, superando con creces al resto del mundo en estas áreas. Luego su disolución trágica, el nacionalsocialismo y su posterior evolución en el monstruoso y muy desagradable proyecto racial del nazismo (evolución posterior a la muerte de Rhöm).
El auge del Keynesianismo en la economía como solución al Crack del 29 en Estados Unidos, el gobierno populista de F. D. Roosevelt y el surgimiento del Estado Social de Derecho (burocracia, centralismo, big government; en fin, el triste debilitamiento de la democracia norteamericana). Y bueno, la lucha entre los Estados Unidos y el creciente Imperio del Japón por la dominación del Pacífico.
Para no olvidar los acontecimientos en Italia, el liderazgo demagógico de Mussolini acaba por el momento con el sueño liberal del parlamentarismo. Por supuesto con las tristes consecuencias de un régimen populista y tiránico, pero al menos Italia dejó de ser un país aburrido.
Este período con su efervescencia que lo caracteriza, el choque entre fuerzas espirituales como el nacionalismo, la cultura burguesa y el socialismo, las rencillas entre pueblos y el desbarajuste ocasionado por el Tratado de Versalles concluye con broche de oro. Lo que comenzó con la guerra más violenta que había visto la humanidad hasta entonces, se cierra con otra guerra aún más violenta, más feroz y con crece más irracional. Es ilustrativo e interesante ver el fin de este período con la conquista de Berlín por el Ejército Rojo y la detonación de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, secuelas violentas de lo que fue un período confuso, caótico, peligroso, feroz, inhumano, y por ello con una energía y vitalidad que raras veces se dan en la historia del ser humano.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Tito Livio nos habla del pueblo de Roma de la siguiente manera:

"Si existiera una ciudad de sabios como, más que conocer, imaginan los filósofos, yo, la verdad, no creo que pudieran constituirla ni unos notables más ponderados y menos dominados por la ambición de poder ni una masa con mejor conducta. Francamente, que una centuria de jóvenes haya querido consultar a los mayores a quien confiar el mando con su voto, parece algo casi increíble en estos tiempos en que incluso la autoridad de los padres carece de valor y de peso ante los hijos." (XXVI:22:14)

Los hermanos Karamázov


Quizá una de las mejores novelas que alguien alguna vez pueda leer. Hace unas semanas comencé a leer esta obra de arte y hasta ahora me tiene cautivado. Admito que Crimen y Castigo es mucho más entretenida y me obsesionó desde el inicio, tanto así que me lo leí en una semana. El Jugador es aún más entretenido y emocionante, pero es de esas novelas cortas que se acaban y estás esperando por más. A principios de este año conseguí los Demonios a un precio ridículamente caro pero me lo compré igual. Me costó leerlo, no sólo porque es una novela larguísima sino por su altísimo nivel de complejidad, cantidad de personajes y lo enrollada que es la historia. Sin embargo a medida que va terminando la novela se va haciendo cada vez más sublime. Una historia con un final muy doloroso. Pero los Hermanos Karamázov; esto es otro nivel.
Yo insisto que ésta debe ser la propuesta filosófica, moral y religiosa de Dostoievski. Algunos no toleran esta novela, es muy larga, muy densa y la historia se mueve con mucha lentitud. Pero el desarrollo de la historia, que por lo demás no tiene nada de particular, se hace inecesario por el altísimo nivel de las conversaciones entre los personajes. Es decir, en los diálogos se desarrolla una complejidad de ideas y teorías contrapuestas que hace de cada conversación entre los personajes un ensayo filosófico. Pero especialmente el tratamiento de la religión cristiana y de los evangelios es complejísimo. La metáfora del Gran Inquisidor cuando el hermano Iván le relata a su hermano menor Alexéi (el protagonista) un diálogo entre un inquisidor español y Jesucristo.
Pero no sólo la complejidad de los diálogos y la maravilla de los temas que se discuten, sino también, y esto es algo que yo he percibido en todas las novelas de Dostoievski que me he leído, es el nivel de humanidad de los personajes. Estamos acostumbrados muchas veces a esos personajes idealizados donde se traza una clara diferencia entre el bien y el mal. Los defectos del héroe son comprensibles, las virtudes del villano sólo incrementa su perversión. Los personajes de Dostoievski nada tienen que ver con esto. Cada uno está tan lleno de contradicciones, complejos, inseguridades y a través de una prosa magistral cada uno de ellos toma tanta forma y tanto realismo que muchas veces uno se ve en el personaje. ¡Uno llega a ser el personaje! Raskolnikov en "Crimen y Castigo", Schátov en "los Demonios", Iván Karamázov en "los Hermanos...".
Los tres hermanos son muy particulares. El mayor, Dimitri, es un oficial retirado con un carácter turbulentísimo y muy agresivo, ambicioso y lujurioso. El del medio, Iván, es intelectual y retórico; muy romántico también, pero de aspecto oscuro y misterioso. Y Aliosha el menor es el buen cristiano nublado y atormentado por las contradicciones de su familia y la sociedad donde vive, pero por encima de todo los ama igualmente. Es el mártir que sufre por los pecados de los demás. Pero el padre Karamázov es un personaje demasiado carismático por lo grotesco que es. Es la bajeza y la descomposición moral en su máxima expresión sumada al cinismo y al egoísmo. Pero dentro de su demensial carácter el hombre es tremendamente simpático. Esa es la magia de Dostoievski, la magia de presentarte a un personaje completamente despreciable pero con un nivel de humanidad que lo comprendes de inmediato y lo aceptas hasta el punto en el que te puede caer muy bien.
Quiero añadir que el personaje del Stáret (una suerte de santo en la cultura ortodoxa de Rusia) debe ser el personaje que Dostoievski ideó para hablar a través de él las propias convicciones y reflexiones del autor en la que fue su última novela poco antes de morir. Puede que esto sea llover sobre mojado o una afirmación temeraria, porque despues de todo yo soy politólogo y no conozco el mundo de la crítica y el análisis literario. Pero humildemente dejo mi apresiación sobre el tema.
Lean Dostoievski, y lean los Hermanos Karamázov, una de las grandes novelas de la modernidad.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El último rey de Esparta.

Κλεομένης ο 3ος της Σπάρτης

Cleómenes III, (griego: Κλεομένης) fue rey de Esparta por 13 años entre los años 235 y 222 a.C. y llevó acabo una serie de reformas con el objetivo de regresar a su ciudad a aquellos años de grandeza de Leónidas y Lysander o a someter a los espartanos a un gobierno unipersonal.
¿Quién fue Claómenes de Esparta? Para algunos como Polibio fue un hábil tirano que derrocó el gobierno de los éforos y con un discurso demagógico que evocaba las glorias de la antigua constitución de Licurgo privó a los espartanos de su libertad, expropió a los ciudadanos ejemplares de sus propiedades, impuso leyes de educación contrarias a los tiempos que vivía el mundo heleno y arrazó el Peloponeso con guerras como un aventurero. Para otros como Plutarco fue un héroe de su patria que trató de revivir las glorias de antiguos reyes, derrocar el régimen de unos éforos que gobernaban a través de la corrupción y el vicio, reformar la moral pública que se había perdido entre el libertinaje de los placeres de un mundo griego sometido por las monarquías macedónicas. Para unos un tirano reaccionario contrario al espíritu de su tiempo, para otros un reformador virtuoso y valiente que hábilmente tuvo al Peloponeso bajo su control por un breve período de tiempo.
Hablo de Cleómenes porque está entre mis personajes antiguos preferidos junto con otros como Temístocles, Camilo y Escipión Africano el Viejo. ¿Por qué? No estoy muy seguro, pero debe tener que ver con el hecho de que buscó reformar el espíritu de libertinaje y decadencia de su ciudad y con los pocos recursos materiales de Esparta logró llevar la guerra dentro de las fronteras de la Liga Aquea y derrotar en batalla múltiples veces a los megalopolitanos, corintios, argivos, aqueos e incluso al Rey de Macedonia. En un mundo cuyas fuerzas se volcaban en su contra maniobró con sus escazas fuerzas para salir victorioso mientras la Fortuna se lo permitió. ¿Un aventurero? quizá. Pero aventureros fueron hombres como Carlomagno, Pizarro, Federico II de Prusia o Simón Bolívar. El recuerdo de sus conquistas y victorias descabelladas nos sorprenden cada vez que las contemplamos.
Cleómenes fue derrotado junto a su hermano en las colinas de Selasia a pocos kilómetros al norte de Esparta por Antígono de Macenodia. Estaba superado numéricamente y se enfrentaba al que para entonces era el ejército profesional más letal de la antigüedad. Se exilió en Egipto y vivió con sus más cercanos colaboradores y patriotas espartiatas en la corte de un rey afeminado y pusilánime: Tolomeo Filopátor. Siempre atento a los acontecimientos en el Peloponeso para retornar a su patria con sus mercenarios y retomar el proyecto político que la Fortuna no le permitió continuar. En la corte de un rey licencioso que le temía producto de sus vicios y complejos trató de ganarse el favor de Tolomeo para que le ayudara a retomar el poder en Esparta, pero los cortesanos del rey lo aislaron. Cleómenes murió con sus hombres en un intento de rebelión contra Tolomeo para escapar de Egipto. Eran doce espartiatas armados hasta los dientes corrieron una noche por Alejandría llamando a la rebelión en favor de Cleómenes, pero nadie acudió a su llamado. Rodeados por las fuerzas del rey y sin posibilidad de escapatoria todos cometieron suicidio antes de ser capturados por tropas egipcias.
Me pregunto por qué el recuerdo de Cleómenes es tan débil en nuestra cultura popular. Un rey de grandes ideas y ambiciones que luchó por retornar a su patria a sus antiguas glorias pero resultó vencido por la fuerza de sus tiempos y escogió una muerte honorable junto a sus hombres a ser humillado por las tropas de un rey despreciable. Escribo para honrar la memoria de un gran hombre que en la contemporaneidad pasa injustamente ignorado.

La insania libertaria

¿Qué pasa en la mentalidad de la pequeña burguesía, clase media de las sociedades occidentales? En un debate de facebook incentivado por un colega de las ciencias políticas se discute el tema de los derechos de los homosexuales, y en el trajín de la argumentación se revela la profunda arbitrariedad y desconfianza del pensamiento libertario en los argumentos de carácter razonable y político. En su defensa universal y absoluta de derechos individuales están dispuestos a tragarse y enviar al infierno a la propia política, al bien común, a la res pública. La ideología libertaria es la típica ideología masificadora que aísla a los individuos en su pequeño universo atomizado, completamente desvinculado con los hombres y pasa a ser un universo de el hombre, sólo, sin ataduras al mundo, completamente "autónomo" de la vida en sociedad (autonomía que dentro de todo es ficticia porque es inimaginable un ser humano autoregulador absolutamente, sabiendo que ni siquiera los hermitaños pueden vivir esa forma de vida sin antes haber alcanzado en sociedad la experiencia que les permita sobrevivir en aislamiento. El mito de Tarzán es sólo eso; un mito imposible), absorbido por la más tenebrosa de las soledades. Todo se puede, todo vale, el individuo no debe ser restringido. Que insania. Quieren destruir la política. Niegan su existencia, le temen a sus pretenciones. Odian a Aristóteles, a Tomás de Aquino, a Maquiavelo y a Rousseau. La larga tradición de esos pequeños derechos ingleses, la panacea de la cobardía y la pusilanimidad. Quieren eliminar la vida entre los hombres y el bien que producimos sólamente en el entre los hombres como si fuera una enfermedad de los tiempos antiguos. A toda costa hay que impedírselos.